Qué extraño, que paradoja que podamos conversar con un compañero de trabajo, un amigo, un vecino, el extraño de la cola o el desconocido del chat, mientras que nuestros hijos, padres o parejas no reciban la misma atención, y comprensión cuando son las personas que más nos necesitan... puedo confesar que son tantas las personas que se refugian en una cueva de concreto de 8 a 5pm, o hasta que el cuerpo aguante, y son tan infelices en su vida, dan el 300% a su trabajo, y al final de su vida productiva, no hay nada... les llega su cartica de jubilación y ya no hay nadie que los reciba en casa... ni el hijo que quiza encontró abrigo en otros escapes, ni la esposa que hace mucho tiempo se sentía sola y se marchó... cuando lo único que hacía falta era hablar; que no sea la costumbre, el estrés, los problemas los protagonistas en nuestras vidas, nosotros somos los protagonistas o podemos escoger ser el público, tu que escoges??
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