AGRADECER

Bueno luego de un par de meses sin contar nada al menos por aquí, les cuento que ya tenemos casi dos meses en otro país, concretamente en Colombia, mudarse en familia tiene muchos retos pero tiene muchísimas más fortalezas y beneficios, que en otro post les contaré, esta idea la evaluamos durante un par de años y finalmente llegó el momento, la transición de ir dejando espacios, lugares, trabajos, amigos y familia no fue para nada fácil, pero una vez tomada la decisión y conscientes de que era un cambio muy positivo para nosotros, nos armamos de valor cada día hasta el momento crucial en el aeropuerto y con muchos sentimientos encontrados dimos el paso, y aquí estamos ya a casi dos meses de ese día, nuestra adaptación ha sido muy positiva, el niño ya está en un colegio, poco a poco hemos ido asimilando nuevas direcciones, rutas de transporte, monedas, costos, expresiones, clima, lugares, personas, pero sobre todas las cosas haciendo de la nueva casa nuestro nuevo hogar, en líneas generales si algo predomina en este tiempo es la palabra agradecer, con cada una de las experiencias y personas que han llegado a nuestra vida y con mucha comprensión nos han hecho sentir bienvenidos.

Ahora debemos pedir o decir gaseosas, tinto, esfero, taja-lápiz, pan tajado o queso tajado, crispetas, parqueadero cosedora, banana, arracacha, y un largo etc. si queremos que nos entiendan, no existe planta baja en el ascensor solo piso 1, y bueno así vamos poco a poco integrándonos y a su vez equilibrando la nostalgia con skype, messenger, noticias, fotos y redes sociales que nos mantienen cerca de familiares y amigos, en esta casa cuando podemos seguimos hablando de refresco y comiendo nuestros platos venezolanos, la verdad es que hay mucho de lo afectivo en torno a los sabores y comidas, pero allí están las recetas inolvidables de mi mamá para hacer unas caraotas o unas empanadas lo más parecidas a las que me hacía cuando niña, o de los platos favoritos de mi hijo y mi esposo tal como lo hacíamos en Venezuela.

Hemos ido conociendo lugares de Bogotá muy hermosos y cuando el presupuesto lo permite, pero elegí particularmente la imagen de la Catedral que está en la Plaza de Bolívar, para dedicar a Dios nuestro agradecimiento por cada día de estar juntos, con salud, por creer y tener esperanzas y sobretodo para pedirle justicia, democracia, paz y libertad para nuestra amada Venezuela.