Metamorfosis, cambios, transformación

En procesos de crecimiento personal son muchas las decisiones que pueden permitirte avanzar, retroceder o mantener una situación, una pareja, una relación, un trabajo, una nueva vida... Sin embargo es posible que las decisiones sean voluntarias o forzadas por eventos externos, presiones del afuera que sin mucha preparación te empujan al cambio, por ejemplo: un embarazo, una beca, un mejor empleo, la llegada del amor o la separación, un accidente repentino, recibir un diagnóstico de enfermedad, una catástrofe natural, una mudanza, en fin tantas cosas que nos pueden ir ocurriendo te tocan a la puerta y te dicen, ¿sabes qué? ¡ponte de pie ya que debes cambiar!.

Desde mi experiencia muy personal sólo puedo decir que a los venezolanos nos tocaron la puerta, durísimo, algunos la han abierto, otros ven por el ojo mágico, algunos prefieren ignorar lo que pasa, por mi parte decidí abrirla, con todo lo que implica, y de nuevo aunque pueda causar entusiasmo, temor, incertidumbre, ansiedad, inseguridad e incluso nostalgia, la experiencia me ha convencido de que así como el agua cuando cambia, cuando se transforma puede estar más pura y clara, siempre con estas ideas en mente ¿cuán satisfecha estoy con mi vida ahora?, ¿puede estar mi vida mejor de lo que está ahora?, ¿qué estoy haciendo yo para lograrlo?, ¿cuento con los recursos suficientes para lograr mis metas?, ¿reconozco que tengo aspectos por mejorar?, ¿qué falta por hacer?, te comparto estas preguntas y te invito a compartirlas, desde la postura de tomar responsabilidad de nuestra propia vida, de ser responsables y encargarnos de nuestra felicidad.