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lunes, 9 de octubre de 2017

Mi hijo hace rabietas ¿Qué hago?

El día acababa de comenzar, salimos apurados, nos levantamos tarde, le di la comida al niño en el carro antes de llegar a la guardería y apenas nos bajamos comenzó el llantén, se tiró al piso, se negaba a entrar, pataleaba, todos nos veían, yo estaba al punto del colapso...no se que hacer...

¿A qué se refiere? Las rabietas infantiles o pataletas son un estado de impaciencia y enfado propio de los niños pequeños, especialmente en el segundo año de vida. Generalmente, las rabietas suelen originarse por un leve motivo y, en este caso, duran poco.

¿Cuáles son sus causas?
-Frustración, enfado, confusión o temor
-Debate entre dependencia e independencia, son niños con tendencia al control, a mostrar su autonomía en forma desafiante y exigente, les cuesta esperar
-Necesidades fisiológicas insatisfechas (hambre, sueño)
-Cansancio
-Malestar físico
-Dificultades en el manejo de la crianza, por ausencia o confusión con las normas y límites de sus cuidadores principales, permisividad o autoritarismo
-Depresión. A diferencia de los adultos la expresión emocional suele ir acompañada de irritabilidad y problemas conductuales como rabietas.
-Trastornos de base orgánica o conductuales Ej.: Tno. por Déficit de Atención e Hiperactividad, Tnos. del Espectro Autista, Tno. Oposicionista Desafiante.

Manejo en el hogar (esto puede adaptarse según las necesidades del niño):
-Es bueno entender que si un niño pega o dice cosas como “vete, te odio” está expresando rabia, por lo general golpear o lastimar a su cuidador les produce temor, por tanto no comprende lo que está pasando, y si las cosas salen mal, o hay cambios importantes en su entorno, los niños pequeños se enojan con sus papás, pues creen que los padres debieron haber prevenido lo sucedido. Por tanto no es momento de defenderse porque  en realidad no fue su intención decir tales cosas y al niño le cuesta lidiar con tantos sentimientos difíciles.
-Mantener la calma: parece imposible, pero es importante que los padres mantengan el control, de lo contrario, actúan al mismo nivel que los hijos dejándose llevar por impulsos. Los padres deben  tener total control de sus emociones, los adultos sanos cuentan con más recursos emocionales para tener autocontrol.  Esto es clave para prevenir situaciones de maltrato infantil.
-Anticipación: Si ud. conoce los detonantes de la rabieta,  por ejemplo si van a asistir al banco y luego a hacer compras en el automercado es normal que se sienta cansado, es importante que antes le cuente al niño a donde van y qué se espera de él con claridad, no basta con “pórtate bien”, hay que explicarle que van a un lugar donde tienen que esperar un rato, habrá mucha gente y es preferible que hable en voz baja, no puede correr mientras estén allí y ud. puede llevarle algún juguete o algo para pintar para que pueda jugar y distraerse,  alguna merienda por si le da hambre, entre otras cosas (esto es distinto a amenazar).  Esto le da seguridad al niño porque tiene idea de lo que se espera de él y es un ambiente predecible.
-Mantener la autoridad: implica ser firmes, de lo contrario, su hijo se dará cuenta que con este tipo de comportamientos podrá obtener todo lo que desea. Es importante dejar claro que con las rabietas y pataletas no lo conseguirá.  Para esto el apoyo con los demás cuidadores es fundamental.
-Mantener el respeto mutuo: ni los padres deben sobrepasarse con los niños, ni los niños deben ser groseros con los padres. Los papás deben hacerle entender al pequeño que sólo lo escucharán si se calma, no sólo porque debe ser respetuoso, sino porque al hablar gritando y llorando, nadie le entenderá.
-Hablarle con firmeza y hacer contacto visual: es ideal hablarle al pequeño a los ojos, esto es, ubicarse a su altura manteniendo una postura corporal firme. Con esta misma firmeza, pero siempre manteniendo el respeto y dejando de lado el maltrato físico,  mirarlo fijamente a los ojos hasta que el niño responda a esa mirada. Esta es una muy buena señal y se convierte en el mejor momento para hablarle. Algunos expertos recomiendan hacer contención física, con su cuerpo sobretodo si hay un peligro para si mismo u otros, o llevarlo a otro ambiente más tranquilo para que se calme.
-Valide la emoción de su hijo: todas las personas vamos desarrollando mecanismos de autocontrol de las emociones y esto es lo esperado para luego enfrentar los retos esperados para  su edad, los padres facilitan esta capacidad con afecto, promoviendo su autonomía  y  respeto de sus sentimientos, por tanto trate de ser empático, valide su emoción ej.: “puedo observar que estás muy molesto”, “puedo darme cuenta que estás muy enojado” a fin de que ponga en palabras sus emociones.
-Esperar que se tranquilice solo si después de intentar conciliar no se obtiene algún resultado, lo que deben hacer los padres es dejar que el niño se desahogue (quizás que pueda hacerlo con una almohada, o rompiendo un papel, o inflando un globo, siempre vigilando que no haga daño a otros ni a si mismo), eso sí, tras manifestarle que esa es una actitud destructiva que se debe evitar.  
-La rabia es una emoción más, recordemos que todas son importantes, no se trata de que el niño reprima sus emociones, en forma rígida al punto que luego se desborde conductualmente y emocionalmente, lo que procuramos es que su expresión sea sana y no se lastime a si mismo o lastime a otros.

-Finalmente ud. sanciona una conducta no al niño, por tanto evite los castigos físicos, gritos o amenazas que vulneren su integridad  porque en última instancia el niño es sujeto de derechos, no es un objeto de nuestra propiedad, solo le enseñamos a tener miedo de las figuras de autoridad y no respeto por ellas y la relación con su hijo se ve menoscabada emocionalmente adicionando frustración, culpa y mayor rabia, que fue justamente lo que quiso evitar.

Estas orientaciones generales no pretenden sustituir una consulta psicológica, en caso de que los padres se sientan muy abrumados con la situación, y existan factores adicionales lo mejor es buscar ayuda especializada para poder evaluar al niño y su historia personal y familiar en detalle para dar orientaciones específicas y adecuadas.

Lic. Rosalynn Herrera
rosalynnherrera@gmail.com

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