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viernes, 23 de marzo de 2018

¿Cúando hablar de sexo con nuestros hijos?



Este fue un tema que planteamos esta semana en una transmisión en vivo por Instagram desde mi cuenta de @psicoblogueando y en conjunto con una entrevista a la psicóloga clínica Joxie Fereira @joxietipobienestar experta en el tema de violencia de género y con amplia experiencia en el trabajo con adolescentes en Venezuela. 

Los padres se preguntan muchas veces cuándo y qué le digo a mi hijo sobre educación sexual y muchas veces por miedos, tabúes e inseguridad este tema se deja en manos de terceros, a veces la escuela, que también tiene sus propias dificultades para incluirlo en su programa, dejándole el asunto a la materia de biología y centrándose en los aspectos biológicos y a veces en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, total que si el niño o joven no queda del todo satisfecho con todas estas explicaciones a medias la busca con sus amigos, en mayor proporción, internet y las redes sociales, en virtud de esto decidimos hacer algunos micros a través de las redes para poder dar información basada en evidencia, en experiencia e información actualizada.

Lo primero que tomamos en cuenta fue hacer un par de definiciones para ponerle un marco al tema, y respondimos algunas preguntas:

¿Qué es sexualidad?
Existen diferentes definiciones de sexualidad, con la que más me identifico es con la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana es: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.

¿Qué es la educación sexual?
Es "el proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad, y las representaciones sociales de los mismos".

El sexo viene determinado por la naturaleza, una persona nace con sexo masculino o femenino. En cambio, el género, varón o mujer, se aprende, puede ser educado, es una construcción social sobre lo femenino y masculino.

Por lo general se confunde sexualidad con sexo o tener relaciones sexuales y creemos que hablar del tema a los niños es ir directamente a hablar de coito, que vamos a crear un trauma del cual el niño jamás podrá salir o a despertar conductas sexualizadas por hablar del tema, nada más lejos de la realidad, “lo que no se pregunta o de lo que no se habla, igual existe”, veamos algunos mitos frecuentes.

  

Mitos más frecuentes sobre la educación sexual

·         “Yo decido si debo decirle o no, por eso es mi hijo y me pertenece”. Lo primero es que hay que dejar claro los niños son sujetos de derecho y por lo tanto pueden tomar decisiones sobre su vida sexual y reproductiva. Hay que crear las condiciones, ofrecer la información para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su vida. Por eso es tan importante la educación integral en sexualidad que permita basarse en la evidencia, lo que ud. decida no decir por temor, pudor, tradición, igual su hijo lo buscará por otra vía.  

·         “Eso es tarea de la escuela”.  No, es corresponsabilidad de todos los actores que participan en la vida de nuestro hijo, los padres principalmente, la familia, la escuela, la sociedad mediante sus instituciones, el estado y sus políticas al respecto.
Ejemplo: Existen organizaciones no gubernamentales en diversos países  dedicadas a investigar, formar y capacitar sobre el tema y estos son recursos que la familia puede aprovechar cuando hay dificultades para hablar del tema.

·         “A mi nunca me hablaron de eso, por tanto no puedo enseñar, es normal no hablar”. Esto es equivalente a “aquí siempre se ha hecho así y no lo voy a cambiar”, la tradición NO es una excusa para evitar educar en sexualidad, en forma adecuada, los tiempos cambian y seguirán cambiando. Es el momento propicio para buscar más información, revisar y despejar las propias dudas y tabúes que tengo en torno al tema.  Fíjense que antes la mujer permanecía en casa y no podía aspirar a estudiar y trabajar fuera del hogar, esto también era una tradición que no necesariamente era buena, ni justa. (Roles de género tradicionales que se transmitían a través de la familia).

·         “Ya lo descubrirá a su tiempo”. Eso es evitar hablar del tema y postergarlo hasta un momento ideal o dejarlo en manos de terceros absolutamente.

·         “Si el no pregunta yo no le tengo que decir”. Volvemos a postergar y evitar hablar del tema, recordemos que lo que no se pregunta no quiere decir que no existe, esto es súper clave en la prevención del abuso sexual, si hay un niño intimidado con mucho miedo y que haya sido víctima de A.S. probablemente no escucharemos preguntas, OJO. Hasta viendo un programa juntos ud. puede pedirle su opinión y pueden surgir temas.

·         “Hablar antes de tiempo puede promover promiscuidad, un embarazo no deseado o una ETS”. La educación integral en sexualidad, que tiene perspectiva de género, es cuatro veces más efectiva en combatir la violencia, el VIH. Si queremos combatir la violencia contra las mujeres, sabemos que la base es una educación sexual que permita a las personas desafiar esos patrones de género que son esas visiones de la masculinidad nocivas, distorsionadas y muchas veces el origen de la violencia. Hay que combatirlo con una discusión abierta, democrática y madura.


·      “Ya yo le hable y le amenacé de los peligros del embarazo adolescente y las enfermedades”.  Esto no es educación, es intimidación, amenaza como forma de coaccionar al niño o adolescente sobre el ejercicio de su sexualidad, esto suele traducirse en ideaciones distorsionadas sobre “el sexo, el placer es malo, asqueroso o peligroso”.   
   

       ¿Por qué hablar de educación sexual?   

  • Es un derecho.  El derecho a la educación sexual integral forma parte de los derechos sexuales y reproductivos, reconocidos en el caso de Colombia a través de diversos instrumentos normativos, incluyendo la Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. También en Venezuela tenemos legislación que reconoce los derechos reproductivos y sexuales pero tengo que hacer una reflexión en este sentido, apoyándome en instituciones como AVESA (Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa) donde pude formarme “tener instituciones y leyes pioneras en materia de derechos de las mujeres es insuficiente si desde ellas, o a partir de ellas, no se emprenden acciones efectivas, acompañadas de recursos humanos y financieros que permitan su plena implementación".
  •  En este sentido, educar o no para la sexualidad no es una elección, pues siempre estamos educando para la sexualidad, desde la escuela, la familia y el resto de las instituciones y espacios sociales, de manera consciente o inconsciente, explícita o implícita, adecuada y positiva, o inadecuada y negativa. Por ello, la decisión que nos corresponde es educar adecuadamente para una vivencia de la sexualidad sana, responsable, informada y constructiva (el cómo educamos).
  • Prevenir problemas sociales importantes (cada vez en ascenso en nuestras naciones de Latinoamérica como Venezuela y Colombia por ejemplo) como el embarazo adolescente, abortos, violencia de género, abuso sexual, enfermedades de transmisión sexual, discriminación por la orientación sexual, pobreza, entre otros.  Países con mayor tasa de embarazo adolescente: México, Colombia, Venezuela, Bolivia, Panamá, Guayana Francesa; República Dominicana, Guatemala, Nicaragua y Honduras (Datos entre 2015/2016 Fondo de Población de las Naciones Unidas).
  •   Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos e información acerca de la sexualidad y la reproducción. No basta con enseñar las características biológicas de hombres y mujeres, o los métodos para prevenir un embarazo. Educar para la sexualidad es precisamente brindar herramientas conceptuales, actitudinales, comunicativas y valorativas que permitan luego a los adolescentes tomar decisiones con relación a su sexualidad que se correspondan con lo que quieren, sueñan y esperan de su realidad.
  • Nos permite a nosotros como adultos revisar nuestros propios tabúes e inseguridades.

  ¿Cuándo hablar de educación sexual?

  • Desde muy pequeños.  Así como la sexualidad misma, la educación sexual es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida. Puede darse de manera consciente y sistemática, con objetivos e intenciones definidas y compartidas por todos y todas (por ejemplo, en las instituciones educativas que han definido una propuesta clara de educación para la sexualidad), o a través de la cultura y las tradiciones (por la vía de la socialización de conocimientos, actitudes y prácticas comunes a un grupo social o a la sociedad en su conjunto).
  • Desde la concepción ya existen  conceptos preconcebidos y expectativas alrededor del sexo del bebé, en una mezcla de ilusión e incertidumbre por parte de los padres y desde el nacimiento los padres y la familia tendrán actitudes, conductas y  valores relacionados con la idea de ser niño o niña, desde allí ya comienza la educación sexual.
  •  Posteriormente al aparecer el lenguaje los padres o cuidadores enseñan a nombrar las partes del cuerpo a sus hijos (esto es parte de la educación sexual) y tal vez o con frecuencia compren ropa rosada, ollas y muñecas a las niñas y a los niños ropita azul y carritos, a algunos padres les molestará o preocupará que su hijo varón juegue con una muñeca o que su querida princesa corra tras una pelota y rechace la muñeca que con tanta ilusión le regalamos. Fíjense como estas actitudes educan, pero en sentido negativo, porque dan un mensaje claro en torno al rol de género que nosotros deseamos, y si ese niño o niña está mostrando una conducta contraria a lo que esperamos en vez de respetarlo lo estamos forzando a ajustarse a nuestras expectativas de lo que es ser niña o niño.
  • Concibiendo a la sexualidad de modo natural podremos entender que no existe un día especial para hablar del tema, porque podría no llegar. Aprovechemos como padres los momentos de la cotidianidad para ir hablando del tema, tomando en cuenta el nivel de desarrollo socio-emocional y cognitivo del niño para adecuar la información,  Ej.: un niño de 4 años que pregunta cómo vienen los niños al mundo no te está preguntando necesariamente sobre coito y posturas sexuales,  tienes que volver a preguntar qué necesita saber, Ej.”A qué te refieres con” incluso en qué contexto escuchó esa pregunta ¿Hijo cuéntame un poco más donde escuchaste eso que me dijiste?.   Si a esa edad pregunta que es hacer el amor, pudieras responder que es algo que hacen papá y mamá porque se aman y desean estar solos, muy unidos dándose cariño y afecto, recuerda que por la edad apenas están descubriendo su cuerpo. 
  • Si la pregunta es más explícita y según la edad del niño, digamos uno de 10 que ve fortuitamente una escena sugerente de relaciones sexuales en los medios y surge una pregunta, primero explore cuál es su curiosidad antes de precipitarte y responda con honestidad tomando en cuenta su edad y poniéndole el nombre adecuado a cada cosa, (recuerda siempre estamos educando tú dices el cómo), si pueden anticipar que esto no es apropiado para el niño, y ud. antes de cambiar el canal sin decir nada, fije posición ej.: me parece que es una escena fuerte para tu edad y no me gusta como representan las relaciones sexuales y realmente no es así como lo presentan allí, este es un momento para educar en sexualidad y luego conversar el tema.
  •  Según la edad del niño tendrá curiosidades diferentes.
  •  Ud. no tiene que ser sexólogo para hablar con su hijo, lo que ud. no sepa es importante reconocerlo y saber que puede averiguarlo con él, con la mejor disposición generando apertura, sinceridad y congruencia, no se trata de hacerse un experto pero si de poder manejarse y tomar decisiones de manera informada y respetar al otro. De todas formas si evitamos el tema por falta de información nuestro hijo la buscará por otras vías, amigos, redes sociales, medios, etc.


   La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en general. Ya que la sexualidad es educable y forma parte del potencial humano a desarrollar en la niñez y en la juventud, una educación que no incluya la educación sexual, simplemente no puede llamarse educación integral".


Recomendaciones finales

  1. Recordar que la educación sexual es un derecho.
  2. Es un tema mucho más amplio que hablar solo de relaciones sexuales.
  3. La sexualidad es algo natural, la invitación es a ser honestos y mostrar apertura al diálogo.
  4. Es corresponsabilidad de todos los que participan en la vida y formación del niño.
  5. Las curiosidades de los niños dependen de cada etapa de desarrollo, su funcionamiento cognitivo, socio-emocional y su marco cultural influirán en el mismo.
  6. Lo que no se pregunta, existe.  
  7. Lo que ud. no diga otro se lo dirá y probablemente con distorsiones.
  8. Volver a preguntar cuando su hijo pregunta y conocer qué quiere saber es importante.
  9. Siempre hay momentos en la vida diaria que permiten hablar del tema, no hay que esperar un día o momento súper especial en condiciones perfectas para hablar.
  10. No hay que ser expertos pero si hay que investigar.
  11. Es importante recordar que en ocasiones los juegos y contactos llaman la atención y como padres debemos de enseñar ciertos límites. Aunque la exploración y curiosidad son normales y esperadas,  explicarles que lo referente a sus genitales es íntimo y por lo tanto la conducta también. Aprender a que hay momentos y lugares apropiados para ello y repetirlo varias veces hasta que dejen de hacerlo en lugares inadecuados.
Este es uno de mis favoritos en consulta y siempre se lo recomiendo a los padres



      Pregunta de reflexión: ¿qué le dirían a su yo de 12 años que sus padres no le dijeron, sobre educación sexual? Tomemos consciencia de nuestros propios prejuicios y tabúes con el tema, para poder educar a nuestros hijos en una sexualidad sana, responsable, con respeto a la diversidad y tomando en cuenta la equidad de género, la igualdad de oportunidades para ambos.

Lic. Rosalynn Herrera
Colaboración: Lic. Joxie Fereira

Psicóloga, asesora familiar y educativa
Consultas en Bogotá y online app midoctor
Contacto: rosalynnherrera@gmail.com
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