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martes, 13 de diciembre de 2016

Crianza a lo Montessori


Antes de comenzar mami o papi que estas leyendo esto, quiero aclarar que cada familia es única, por lo tanto no hay una crianza mejor que la otra, pero si existimos profesionales serios que venimos estudiando los patrones de crianza, algunos mas funcionales que otros y sus efectos en la configuración familiar y el bienestar y salud mental de los niños y jóvenes, en este post a manera pedagógica se resumen algunos aspectos desde la visión de la Dra. Montessori quien concebía que es el niño quien se crea a sí mismo revelando la persona en la que puede transformarse. Esa transformación es su principal tarea, una tarea intensa e incesante que lleva a cabo naturalmente y con una inmensa alegría. María Montessori sostuvo que la alegría del niño debe ser tomada como un indicador de los aciertos del sistema educativo.

Los mandamientos de María Montessori para los padres y madres
Aquí de dejamos 15 de esos principios que enunció en su momento María Montessori, y que seguro te serán de ayuda.

Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo.
Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar.
En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar.
¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? él aprenderá a pelear.
Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida.
Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
Si desprecias a tu hijo niño con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa.
Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado, integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está.
Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre lo de lo bueno del niño de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.
Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
Debes estar dispuesto/a a ayudar a tu niño si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí solo.
Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo/a.

“Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso.”
-María Montessori-

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