Cuentan que hace mucho, unos discípulos meditaban junto a Buda, cuando unos hombres se acercaron a insultarle. Sin embargo, Buda no hizo nada. Cerró los ojos y aguantó que le insultaran sin moverse. Sus discípulos se enojaron y le dijeron:
– Maestro, ¿por qué dejaste que esos hombres te insultaran sin decir nada?
Buda entonces miró a uno de ellos y preguntó:
– Si yo tengo un caballo y te lo regalo pero no lo aceptas, ¿de quién es el regalo?
El discípulo respondió:
– Si yo no lo acepto, seguiría siendo tuyo…
– Pues lo mismo sucede con las ofensas. Tú decides si aceptas o no ese regalo…
Y me hace mucho sentido mientras escribo un ejercicio de escritura terapéutica tener esto en mente presente: Ahora como adulta puedo elegir, puedo quedarme y enfrentar la situación, puedo irme y buscar un sitio tranquilo para calmarme y luego retomar la conversación, puedo decir como me siento, puedo pedirle al otro que se calme para seguir hablando, puedo elegir que batallas valen la pena pero sobretodas las cosas ahora si me puedo defender como una adulta consciente, el pasado quedó atrás, ya me pude perdonar y aceptar que antes no pude defenderme cuando era niña, hice lo mejor que pude con lo que tenía y en ese momento.
¿Y a ti te hace sentido?
Puedes comentar por aquí o en mis redes sociales, busca @psicoblogueando en IG o FB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario